En Wayno ayudamos a artesanos de todo el país. Nos enfocamos en aquellos que viven de lo que hacen y necesitan un “empujoncito”. Contamos sus historias, mostramos al mundo lo que hacen y generamos una demanda sostenida en el tiempo para otorgar previsibilidad en sus ingresos. De esta forma colaboramos a que muchos saberes ancestrales no se pierdan. Ayudamos a generar empleo en sus hogares
Cada vez que compras o recomendas un producto wayno, ayudas a sostener una demanda importantísima para el ingreso de una familia que vive de los que hacen con sus manos. La demanda es motivación para seguir creando.
Somos Verónica y Carlos, nacimos en nuestro querido norte argentino. Mi esposo Carlos es electricista y comenzó creando artesanías con su hermano desde la secundaria, tomándolo como un hobbie y luego por la cantidad de encargos se convirtió en un trabajo.
La lana de oveja y llama las consigo de mis esquilas. La esquila es a lo que mas atencion le doy porque cuido mucho a mis animales. Generalmente los tengo a campo abierto asi que la esquila misma comienza con el manejo del rebaño.
Mis bordados están hechos de barracan o picote de lana de oveja. Aprendi de muy chiquita por necesidad y hoy en día mi esposo y mi hermana me acompañan en la creación y venta. El barracan es una tela artesanal fina de hilos que puede ser de oveja o llama siempre hilado a mano y como suele hacerse en nuestro norte y noroeste argentino.
“…cuando era joven trabajaba con otros artesanos creando obras en alpaca para una señora de México…” Hacíamos bandejas enormes y muy trabajadas en detalles para Estancias de allá. Luego con la suba del dólar y el incremento de los costos del metal dejó de venir…
La lana virgen traigo de Rinconada y de Abra Pampa, es muy difícil conseguir buena lana, para eso hay que tener animales propios, yo antes tenía. Todo esto aprendí mirando a mi viejito, él hacia frazadas de lana de llama para pasar los fríos y para el trueque.
Mi nombre es Cesar Gustavo Arce, tengo 45 años y vengo de una familia de mecánicos, crecí en medio de los fierros. A los 20 años, trabajando en el taller familiar decidí ir a estudiar a Bs As e ingresar al Ejército Argentino.